Buscando a TITO


“Él (Jesucristo) se entregó a la muerte por nosotros,
para salvarnos de toda maldad y limpiarnos totalmente,
para que seamos suyos, deseosos de hacer el bien.”
 Tito 2:14 (DHH)

Un amigo me pido el favor que le ayudara a estudiar la carta de Tito, y me ha sorprendido encontrar tanta riqueza junta. Siempre pensé que Timoteo era el único en la vida de Pablo como militante de la fe, pero ¡no! Tito es tal vez el menos predicado y mencionado pero no por eso es el menos importante.

Siempre que se nos habla de alguien joven de la biblia pensamos en Timoteo, pero muy poco en Tito, así que mi reflexión es a ver a este jovencito que asumió los desafíos que Pablo le envío al estar en medio de los cretenses.

Y ¿Quiénes eran los cretenses? ¿Cuál era el contexto de Creta en esa época?
Lo que alcance a leer en mi biblia devocional es que Creta era un puerto donde convergen como cinco etnias... Había mucha variedad... y Pablo describe entre líneas y casi que, sin querer queriendo, cuales son las características de los miembros y habitantes griegos de Creta.

Los describe como casados varias veces, arrogantes, coléricos, borrachos, rumberos, corruptos, rebeldes, charlatanes, embaucadores, mentirosos, glotones, perezosos, odiosos, obstinados,… algunos de estos eran judíos “convertidos”, que andaban pendientes de fabulas y que enseñaban lo que no debían. Estas son algunos de los “colores” que pintan  la comunidad en la que Tito fue enviado.

Esto no nos aleja mucho de nuestras realidades, nuestra propia cultura tiene de eso en cada esquina de nuestros contextos sea el colegio, la universidad,  la familia, el barrio e incluso hasta en nuestras propias comunidades eclesiales. No podríamos dividir ni siquiera por regiones porque toda Colombia está incluida ahí…

Pablo no se queda ahí, enviaba a Tito con palabras específicas y contraculturales bastante radicales, para su contexto. Pero no son solo eran palabras y cosas que hacer, como nombrar los dirigentes de la congregación o las exhortaciones a los diferentes grupos de la iglesia: ancianos, ancianas y jóvenes.

Creo que la intencionalidad de Pablo al escribirle a Tito es finalmente la transformación de su carácter, la motivación no ser contracultural porque serlo y ¡ya! O por simplemente ser cristiano, o religiosidad… y aja… por el contrario, lo que resalta Pablo a Tito es que el SEA. Es decir, que Tito se asuma como hombre joven que ha conocido a Cristo, que lo ha vivido, que lo ha encarnado y que no sólo lo predica sino que lo ejemplifica. Un ser que sea, valga la redundancia, coherente en lo que es por dentro y por fuera, que sus actos reflejen no sólo su predicación sino su carácter.

Por eso, es que Pablo encarga a Tito a que escoja a lideres servidores, que sean hospitalarios, amantes del bien, sensatos, piadosos, dueños de si, íntegros, que sean ejemplo a otros, serios en el comportamiento, auténticos, irreprochables al hablar, llenos de dulzura, y sobre todo que VIVAN sobria, recta y fielmente a DIOS. Y esto con el fin de que el nombre de DIOS sea exaltado y reconocido, que no se hable mal de la Palabra, sino por el contrario se honre la enseñanza recibida del Señor. Nuevamente no se trata de Tito, ni de Pablo, ni de los cretenses, se trata de DIOS. Él es el Centro, específicamente Dios Hijo es el Centro.

Pablo pone a Jesucristo en el centro de su mensaje, y es como dice en los hechos de los apóstoles: que por el somos y nos movemos. El es la promesa de Dios desde la eternidad, para que tengamos vida eterna y en abundancia. Esa la esperanza que nos aguarda. Esta vida también pasará, porque la muerte será absorbida por la VIDA misma, que es EL. La bondad y el amor de Dios han sido tan grandes para con la humanidad, que ha traído salvación, a través de Cristo quien se entregó por todos y todas para liberarnos de la maldad. Lo único que El quiere de nosotros y nosotras es que seamos ese pueblo escogido, limpio y entregado a la práctica del bien. Bueno, y ¿cómo hacer el bien? Pues las pautas no están del todo dadas en la carta, pero lo comentado anteriormente acerca del carácter nos da algunas pistas, de que es “hacer el bien”. Pero, como lo había dicho, no se trata de nosotras o nosotros, es el Espíritu de Dios que renueva, cuando nos disponemos a ser transformados a través de su Palabra, y logramos ser obedientes y permanecer en Cristo. Pues, ha sido la Gracia y el amor del Señor que ha permitido que el derrame en abundancia de El en quienes le seguimos.
"nuestra misión es que nuestro actuar refleje nuestro profesar"

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