A mi no me nadie, porque yo ya!


“El EFO fue una invitación que me hizo el Señor a través de UCU para confirmar mi llamado y los pasos a seguir en la misión. Este encuentro definitivamente fue para mí, lo que necesitaba.

Necesitaba la palabra dicha, aprendida y guardada en el corazón. Necesitaba amigos y amigas pares, que hacen lo mismo que yo, aunque en diferentes países y de diferentes formas, es gratificante, y esperanzador saber que no estás sola en esta labor.

En lo personal creo que me ayudó a pensarme lejos de mi familia y en otra cultura. También, pude descubrir algunos temores que estaban en lo profundo del corazón, como el temor a amar. Temía o temo ser rechazada, incomprendida o no correspondida en el deseo de amar. Así que, el cerrarse resulta más fácil que abrirse. La invitación de Jesús es abrirnos a relaciones significativas que, aunque dolorosas, son para el enriquecimiento de nosotros mismos y para su gloria. Por eso, nuestro yo privado y yo público deben ser lo más estrechos posible, si es posible que haya un solo YO. Esto nos llevará a vivir relaciones transparentes, leales y en perspectiva de reino.

Con respecto a lo anterior, el EFO fue exponerme a un grupo de personas que al igual que yo, llegábamos con maletas llenas de expectativas y heridas por sanar. Obreros o asesores que empiezan a soñarse en sus movimientos. Personas maduras con la disposición de ser enseñadas por el Señor y la comunidad. Me expuse a mis pares y a romper algunos paradigmas en cuanto a la obra estudiantil.

Uno de esos paradigmas es que no somos los “súper” obreros, que somos pecadores como todos, pero estamos dispuestos a ser moldeados por el Señor y a seguirle en obediencia y fe. Como pecadores el Señor nos ha invitado a su mesa para revelarse, para enseñar, para amar. 

Jesús no hizo jamás acepción de personas ¿por qué nosotros si? Hay que compartir a todo el mundo sin prejuicios y con el amor que Cristo nos amó. Así que, es importante escuchar a los estudiantes, ellos son quienes nos ponen la agenda, no nosotros. Sin estudiantes, nuestra misión no tendría sentido.
He comprendido que cada movimiento es diferente, que cada uno tiene sus dinámicas y problemáticas y que somos la generación de la ESPERANZA! No solo para la CIEE… sino para la universidad. El trabajo que hacemos es por ÉL y para ÉL. Por eso decimos:

“Pero, ¡Jesucristo resucitó!”

Y es en medio de nuestros contextos de violencia, desigualdad social, injusticia, corrupción, guerra, hambre, entre otras problemáticas sociales que podemos afirmar esto. Creemos que Él tiene la última palabra y por esto tenemos Esperanza. No son los conflictos internos de nuestro país, no es la desesperanza, no es lo que las personas llaman bueno. Es Cristo quien tiene la última palabra porque ÉL ha resucitado. Bueno, es hora de vivir esta verdad. Vivir creyendo que ÉL ha resucitado.

En el EFO también aprendí: “El que la CIEE la con CIEE” eso de estar buscándonos pareja, e insistir en un proyecto de familia fue algo en lo que insistieron mucho. Para nadie es un secreto que una buena parte de los obreros y sobre todo obreras, son solteras en medio de nuestros movimientos. ¿Por qué? bueno a veces son los paradigmas, temores y otras decisiones que han hecho esta nuestra realidad. Es importante pensar en proyectos de pareja en medio de nuestros movimientos, sin temer a las rupturas. Sino acompañar a los chicos y chicas, obreros y obreras en estos procesos de noviazgo. Es mejor que estén en medio de nuestra comunidad que por fuera de ella, así apuntaremos al mismo blanco.

Un ejemplo de ello fueron las familias completas que servían en el EFO… ¡wow! ¡Que entrega!, ¡que dedicación!, ¡que amor para con nosotros! No porque estuvieran con tiempo “libre”, sino porque aman al Señor y la obra estudiantil. Edmundo y Blanca, Jose y Nacary Bonilla; Mimi y Valentina las hijas de los Bonilla, Jesús y su esposa, Yngrid, Rosarelys y las familias que nos acogieron… Todos ellos fueron un ejemplo de entrega, sacrificio, servicio y amor para nosotros. Modelaron cómo sirven las familias a los movimientos estudiantiles y cuan necesario es que estas generaciones puedan ver ejemplos de vida familiar. Así, la obra estudiantil no es solamente mientras estudiamos…

En conclusión, el encuentro me enseñó a ser obrera, a definir más y mejor mis funciones. Me enseñó a abrir mis sentidos y a acompañar a los estudiantes en la misión. Desprenderme del rol de líder estudiantil para asumir mejor rol de la obrería. Aprendí que la teoría y la práctica van de la mano. Si no practico lo que he teorizado será eso… pura teoría y no trasciende.

Puedo decir que:

La CIEE aporta a UCU su espontaneidad, sabiduría, flexibilidad, relaciones y frescura. Y que UCU le aporta a la CIEE; la centralidad en la Palabra y la pastoral.”

PD: las siglas de las abreviaciones...
CIEE: Comunidad Internacional de Estudiantes Evangelicos
EFO: Encuentro de Formación de Obreros
UCU: Unidad Cristiana Universitaria

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